ESPECIAL NAVIDAD

En este apartado haremos un pequeño repaso por algunas de las películas más representativas de las navidades, o las que su acción se desarrolla durante dichas fiestas, a través de sus músicas.

Felices Fiestas!!

1940

El bazar de las sorpresas

Maravilloso film del maestro Ernest Lubistsch, que aúna a su vez comedia, romanticismo y un toque humanista de hondo calado. Cuenta con fabuloso guión de Samson Raphaelson, basado en una obra de Miklós Lázlo, una no menos brillante dirección de fotografía, firmada por William Daniels y unas magistrales actuaciones de James Stewart, Margaret Sullavan y Frank Morgan entre otros.

La historia se desarrolla en Budapest, donde un joven y tímido jefe de vendedores de un pequeña tienda de artículos de regalo decide contestar al anuncio de un periódico, comenzando así un romance por carta. A su vez una joven empieza trabajar en la tienda, siendo la relación entre ambos tensa desde un principio. Finalmente decide verse al fin con su amiga secreta, resultando ser su nueva compañera.

La música está compuesta por Werner R. Heymann (1896-1961), compositor alemán afincado en Hollywood que tuvo su mejor época en los años 30 y 40. Además de esta película trabajó con Lubistsch en films como Ninotchka o Ser o no Ser, y con Murnau en Fausto, realizando aquí un elegante trabajo, reflejando el aspecto cómico de la acción y la romántica relación de los protagonistas.

Como he comentado, la historia se desarrolla en Budapest, ciudad que es dotada al principio con un bello tema interpretado con solo de violín, muy adecuado al país de gran tradición musical. Al estar plagado de diálogos, la cinta no tiene muchos momentos musicales, de ahí la importancia del tema principal y del anteriormente comentado. Eso si, cuando hace acto de presencia, la música refuerza significativamente el devenir de la historia, sobre todo en la parte final de la obra. Ejemplo de ello es el elegante waltz que suena en el restaurante a modo de música diegética, interpretada in situ por una pequeña formación. En esa misma escena a continuación se escucha un bonito tema de ligeras formas, con el violín erigiéndose como protagonista destacado. Acabando el score con la incursión de la música de los títulos iniciales, acompañada de una variación del tema que aparece en la escena del restaurante.

1946

Qué bello es vivir

Frank Capra fue el asignado para dirigir esta producción de la RKO, en la que incluso escribió el guión junto a otros.

Destaca la increíble interpretación de James Stewart, estupendamente secundado por Donna Reed o Thomas Mitchell. Entre el reparto también podemos encontrar a Ward Bond o Henry Travers.

Un pequeño pero honrado banquero intenta no sucumbir a los continuos ataques de otra gran entidad bancaria que intenta arruinarlo. Su ya delicado estado se verá agravado cuando desaparece una gran suma de dinero. Al no ver salida a su situación, en  Nochebuena decide suicidarse, siendo disuadido por extraños acontecimientos.

Dimitri Tiomkin (1894-1979). Genial compositor y pianista Ucraniano que, como muchos de sus colegas Europeos, emigró a Estados Unidos, ejerciendo en Hollywood su carrera con grandiosas obras a sus espaldas como: El Álamo, La caída del Imperio Romano o Los Cañones de Navarone.

Compuso una excepcional partitura en la que incluyó temas típicos de la Navidad, adaptándolos a su particular modo de composición de forma magistral. Melodías mágicas y de aire místico, como la dedicada a la escena en la que las estrellas hablan entre sí, que contiene un suave coro que se mantiene en suspensión, casi inaudible, pero que percibimos sin apenas escucharlo. Otras de música diegética y ligera, que se escuchan en el baile por ejemplo.

A su vez podemos oír motivos más dramáticos en algunos de los temas, como el de la muerte del padre, o el mejor de ellos que acompaña la escena de la desaparición del dinero, creciendo en intensidad a la par que la secuencia de manera genial. Esta sensación se acrecienta en las escenas donde el personaje intenta quitarse la vida, a través de golpes percusivos marca de la casa.

Uno de los mejores motivos musicales es el dedicado a la pareja protagonista. Es este un magnífico tema de amor de singular belleza, con continuados solos de violín, acabado en una maravillosa explosión orquestal de fascinante resultado.

También hay cabida en el score para música más sombría, como la dedicada a la secuencia de la casa encantada o a la del cementerio.

Cuando todo acaba de manera satisfactoria para el personaje en el que es uno de los mejores finales de la historia del cine, escuchamos una estupenda variación de alegres acordes del tema de amor, salpicado de algunos acordes de canciones típicas navideñas.

Una joya musical de la que podemos disfrutar en disco en muchas ediciones, recomendando con especial hincapié la que puso a la venta este mismo año el sello Kritzerland, que contiene 22 temas de partitura original, con seis temas adicionales que suman un total de 45 minutos de duración.

1947

De ilusión también se vive

Estupenda cinta navideña impecablemente dirigida y escrita por George Seaton. Además de ese regusto tan especial a estas fiestas, destaca por unas excelentes actuaciones a cargo de Maureen O’Hara, John Payne y sobre todo Edmund Gween, merecedor este último de una nominación al Oscar al Mejor actor de reparto. Además de esta estatuilla la película obtuvo otros dos premios, al Mejor guión y Mejor historia, sobre un total de cuatro nominaciones. También recibió dos candidaturas a los Globos de Oro al Mejor guión y Mejor actor de reparto.

Sinopsis: En unos grandes almacenes de Nueva York contratan a un anciano en sustitución del empleado que hacía de Papa Noel, tomando la historia un cariz extraño al aseverar el nuevo figurante que él es el verdadero Santa Claus.

Cyril J.Mockridge (1896-1979). Compositor británico que trabajó para el cine sobre todo en Hollywood, siendo destacado por sus obras para John Ford, entre ellas La taberna del irlandés o El Hombre que mató a Liberty Valance, compuso para esta ocasión una partitura sinfónica desbordante, llena de alusiones navideñas en su instrumentación, como la utilización de campanillas. Encontramos a su vez temas de singular belleza, en los que la flauta, insertada en una orquestación de suaves sonoridades, es la portavoz de la magia que desprende la obra. Las cuerdas suenan maravillosamente bien, y llevan a la partitura a alcanzar la categoría de maestra.

Como no podía ser de otra manera se insertan durante el score numerosos motivos típicos de estas fechas, que son absorbidos de manera genial en la composición original.

El personaje del anciano es acompañado por una melodía muy bonita en la que el violín es el protagonista. Contrasta con otros temas, escritos para escenas de movimientos mas dinámicos, tratados como si fuesen de dibujos animados (Mickey Mousing Music).

En resumidas cuentas, el score de este bonito film es una obra excepcional, de exquisita belleza y de hechuras tremendamente bien acabadas.

Por último, mencionar que esta música se puede disfrutar en edición discográfica a través de la estupenda versión lanzada por el sello La La Land en doble cd este mismo año, conteniendo la partitura completa con arreglos de Alfred Newman, acompañada por  la posterior composición de Bruce Broughton para el remake del mismo titulo del año 1994. Incluye también el trabajo del propio Mockridge para la cinta de 1949Hablan las campanas. Una autentica joya de de adquisición casi inevitable.

1947

La mujer del obispo

Otro de los clásicos del cine navideño de todos los tiempos. Dirigido de manera muy precisa por Henry Koster, cuenta con un magnífico guión escrito por varios autores entre los que se encuentra el gran Billy Willder. La fotografía en blanco y negro del mago Gregg Toland es una de las piezas fundamentales que ayudan a este film a sustentar su estatus como uno de los títulos más sobresalientes de este subgénero.

Cary Grant, Loretta Young y David Niven, su trío protagonista, bordan sus respectivos papeles, encontrándonos también entre su elenco actoral a Elsa Lanchester (la novia de Frankenstein), Gladys Cooper y James Gleason.

El obispo de la parroquia de un pueblo está obsesionado con recaudar fondos para una nueva catedral, tan inmerso en su tarea que tiene desatendida a su joven esposa. Desde el cielo les es enviado un ángel para que salve su matrimonio, pero dicho arcángel no sólo no logrará su cometido, sino que se enamorará de la mujer.

Hugo Friedhofer (1901-1981), compositor y orquestador americano de padres alemanes fue el autor del score para esta cinta. Su padre era un reputado chelista, así que creció con el amor a la música desde muy temprana edad. Suyas son las orquestaciones para numerosos clásicos de la música de cine como por ejemplo Robin de los bosques con score de Erich Wolfgang  Korngold. Fue también un extraordinario compositor, firmando obras tan destacadas como esta que nos ocupa o, entre otras,Veracruz y El bárbaro y la geisha.

Realizó aquí el compositor una auténtica maravilla llena de encanto, en la que escribió un tema central de aire barroco que adornó con cánticos de coros, muy adecuados a las fechas. Para la ocasión desarrolló estupendos temas corales que son interpretados en su mayor parte dentro de la iglesia. El ángel protagonista se beneficia a su vez de un motivo de adecuado misticismo, bellísimo, en el que la sección de cuerda sustenta todo el peso del mismo.

Compuso Friedhofer igualmente un tema de amor dedicado a la pareja protagonista, delicado y elegante, que invade la pantalla con una agradable sensación de tranquilidad y romanticismo, y que acompaña la cinta hasta su desenlace, para el que el compositor creó una melodía de dramáticos inicios, que es continuada con la incursión del tema de amor y finalizada con el motivo central de la partitura.

Soberbia obra de Friedhofer que está por méritos propios entre las mejores jamás escritas. Basada, muy adecuadamente, sobre todo en la relación romántica de los protagonistas, aunque sin perder de vista otros aspectos muy importantes del film.

El sello discográfico Film Music Archives editó en 2002 la partitura completa en 26 cortes, con una duración de 58 minutos que resulta de difícil adquisición hoy en día. Esta, como todas las del sello, contiene la música original grabada para la película, en la que se inserta un libreto repleto de datos, anécdotas y curiosidades sobre el film y su música.

1951

Cuento de Navidad

Una de la numerosas adaptaciones del cuento de Charles Dickens, muy lograda y a mi juicio la mejor versión cinematográfica. La cinta está muy bien dirigida por Brian Desmond Hurst, autor de, entre otras, de Aquella noche en Varsovia (1941), y cuenta con un guión que ahonda perfectamente en la esencia de la obra, escrito por Noel Langley. Fue interpretada de manera muy sutil por Alaistir Sim, Kathleen Harrison y Mervyn Johns.

La historia todos la conocemos, el avaro Señor Scrooge odia la Navidad y una noche es visitado por el fantasma de un amigo, el cual le anuncia que va a ser visitado por otros tres entes que le enseñarán el pasado, el presente y el futuro. Estas visitas harán cambiar al huraño personaje haciéndole más humilde y mejor persona.

La música para este film fue compuesta por Richard Addinsell (1904-1977), estupendo autor británico que tiene entre sus trabajos para el cine destacables melodías como las que creó para Adiós Mr.Chip (1939) o Aquella noche en Varsovia (1941). Addinsell tambien desarrolló una importante carrera concertista, destacando entre sus piezas el Concierto de Varsovia para piano que adaptó de la película anteriormente mencionada.

Escribió para esta versión del libro de Dickens una obra de hechuras clásicas genialmente orquestada, en la que destaca un tema de sombría sonoridad dedicado al señor Scrooge, donde la percusión y los metales se alzan como protagonistas absolutos de la melodía. Addinsell tambien dedicó temas bellísimos a la magia de la Navidad y lo que supone para la gente esta época tan armoniosa.

Como he dicho, toda la obra tiene un regusto clásico genial, a veces parece que se está escuchando una sinfonía. Insertó entre los distintos temas pasajes de canciones típicas de las fechas, como por ejemplo Noche de paz. Cuando hacen acto de presencia los fantasmas, la partitura adopta un aire más misterioso y violento, acorde con las escenas que acompaña. Al final de la película el señor Scrogge ha cambiado, y el compositor lo remarca con melodías muy apacibles y agradables que sugieren el nuevo carácter del personaje.

Un score excepcional, sin duda, de uno de los compositores que hay que reivindicar. Su música está un poco olvidada aun siendo de altísima calidad.

Para ello recomiendo el compacto editado por ASV Digital en 1999. En él Kenneth Alwyn, dirigiendo a la Royal Ballet Sinfonia, da un repaso por la obra de este magnífico autor a través de suites de diferentes títulos, entre ellos el que nos ocupa.

1954

Blanca Navidad

Film dirigido por el genial Michael Curtiz (Casablanca, El halcón del mar), en el que Bing Crosby, Danny Kaye y Rosamary Clooney son los protagonistas.

Se trata de una cinta musical en la que dos hombres, que acaban de llegar de combatir en la Segunda Guerra Mundial, se ganan la vida haciendo números musicales en diferentes sitios. Estos conocen a una pareja de hermanas que se dedican a lo mismo, marchándose con ellas a Vermont. Allí acaban ayudando mediante lo que mejor saben hacer, a su antiguo superior en el ejército, el cual regenta un hotel con graves problemas económicos.

La música fue escrita por Irving Berlin (1888-1989), compositor y letrista nacido en Rusia, que alcanzó la fama en Broadway realizando estupendos musicales. Suya es la famosa canción “Chek to Chek” que compuso para el film Sombrero de copa (1935), y que fue cantada por Fred Astaire. Entre sus obras más conocidas también se encuentra la que compuso para la pelicula Luces de candilejas (1954).

El score está basado casi por completo en la bellísima canción de mismo título que el film, que se escucha por primera vez en el campo de batalla, interpretada por Crosby ante todos sus compañeros. Esta canción es lo mejor de la partitura, absorbiendo por completo los demás números musicales. Entre ellos se encuentran uno de aire marcial dedicado a la figura de su capitán y numerosas escenas plagadas de canciones que son interpretadas por el dúo protagonista. Muy bonito y de refinada elegancia resulta el que baila Kaye con Clooney en el muelle del puerto.

La famosa canción nominada al Oscar se escucha de nuevo mucho más desarrollada en la escena final de la cinta, un estupendo número musical con ballet de niñas incluido, en el que se ensalza el espíritu navideño. Un clásico maravilloso que aún a día de hoy podemos oír cada Navidad, ya sea como ambientación de diferentes programas sobre la festividad en televisión, o por las emisoras de radio.

MCA Records editó la música en disco compacto, al igual que el sello británico Classics Soundtracks, siendo las dos muy recomendables.

Años 80

MALDITA NAVIDAD!!!!!,,,,,(Sr. Joshua).

Navidades de los 80, qué lejanas ya, pero añoradas por los cinéfilos, y a los que nos encantan las BSO, recordando a aquellos que dieron unas composiciones tan emblemáticas. Para esta ocasión voy a citar al querido y malogrado Michael Kamen, que nos deleitó con dos de sus mejores obras ambientadas en Navidad: Jungla de cristal y Arma letal.
Corría el año 1987 y las “películas de colegas” estaban en auge, el Sr. Donner nos regalaba Arma letal. Este film de acción trepidante y un humor socarrón, como sólo podía hacer junto a Mel Gibson, con magníficos resultados de taquilla, y ya para algunos clásico.
Aquí Michael Kamen personificó al loco Riggs, empleando perfectamente saxo y guitarra eléctrica, muy acorde con el personaje, donde se acentúa su locura y dolor perfectamente, destacando el bonito tema “Meet Martin Riggs”. A continuación, mediante un acertado empleo de la percusión y los metales potenció las escenas de acción, dando de sí una muy buena BSO, que no podría ser mejor y que por supuesto no puede faltar en ninguna colección.
Y luego vino La jungla de cristal…
En este blockbuster del 88, Jhon McClane es un policía de Nueva York invitado a la cena navideña de Nakatomi Corps, empresa donde trabaja su mujer. Lo que parecían vacaciones se convierten en una montaña rusa de acción sin límites. Los Ángeles, ametralladoras, dólares, terroristas y el humor de Bruce Willis, todo se conjuga en uno de los mejores films de acción jamás rodado, y además acompañado por los magistrales acordes de Kamen, que nos ofrece una partitura pletórica, llena de matices navideños, y un buen uso de la orquesta, de nuevo con instrumentos eléctricos, donde se palpa la tensión en cada nota musical.
Posdata Gremlins 30 Aniversario, recordando al maestro.
Spielberg, Dante, Goldsmith… De esa combinación no podía salir nada malo.
Es este un genial cuento navideño que sucede en un pequeño pueblo donde los Gremlins se dedican a hacer diabluras llenas de imágenes para el recuerdo, como cuando cantan su villancico macabro pidiendo su aguinaldo.
Jerry escribe una partitura mágica y electrizante con el famoso tema de Gizmo como motivo central. El compositor traslada perfectamente la personalidad de los Gremlins a la pantalla a través de un adecuado uso de la orquesta y la electrónica. Emplea el sintetizador como lenguaje de las criaturas, sacando partido a este como nadie y lo introduce en su música con mucho criterio. Goldsmith es el que hace que los Gremlins cobren vida gracias a su extraordinaria partitura, desde luego la película gana muchos enteros con su música.

1990

Solo en casa

Chris Columbus (Harry Potter y la piedra filosofal) dirigió en 1990 esta divertida comedia familiar con guión de John Hughes, autor de clásicos juveniles de los años 80 como Los Goonies o Gremlins. Macaulay Culkin fue el niño escogido para interpretar al revoltoso pero simpático chico que se queda olvidado en casa, junto a él un genial Joe Pesci y Daniel Stern, los dos ladrones que intentarán robar en la vivienda, y por último Catherine O’Hara en el papel de la madre del pequeño.

Sinopsis: Una familia numerosa inicia su viaje de navidades sin percatarse de que han dejado olvidado en casa a uno de los pequeños de la prole. Para cuando se dan cuenta ya van en el avión no pudiendo hacer nada para volver. El chico no tiene más remedio que apañárselas para sobrevivir por sí mismo, agravándose su situación cuando se ve acechado por unos malvados ladrones que intentan colarse en su hogar.

El afamado maestro John Williams, autor de obras tan grandiosas como La guerra de las galaxias, Superman o Indiana Jones, entre muchas otras, compuso la partitura de este film. Para él escribió una joya musical llena de melodías ejemplares, por la que recibió dos muy merecidas nominaciones a los premios Oscar, a la Mejor música original y Canción.

Su tema principal es una estupenda melodía interpretada a modo de nana que nos invade de buenas sensaciones, en la que se insertan coros infantiles de manera soberbia, haciendo de este una genialidad insuperable. No menos extraordinario es el scherzo que suena a continuación, de dinámicos acordes y dedicado a las prisas de la familia por prepararse para irse de vacaciones. En la escena en la que el pequeño se levanta y observa que se ha quedado solo, Williams compuso un tema en el que remarca los movimientos del muchacho como si siguiera a un dibujo animado. Esta escritura de Mickey Mousing acompañará las andanzas del niño hasta el final del film. En su orquestación se insertan instrumentos típicos de la Navidad como la pandereta y unas campanillas muy recurrentes. El score está plagado de dicha instrumentación en los distintos temas que discurren a lo largo de la película.

El autor dotó la cinta de un encanto y magia únicos, y a la par nos proporcionó temas de acción realmente portentosos con un dominio orquestal digno de unos pocos privilegiados. Hay otros motivos de contenido suspense, emparejados a las secuencias en la que el chico se ve observado por los delincuentes. A estos se les asigna un tema más estridente que suena cada vez que su presencia se insinúa o los vemos en pantalla, dando la sensación de maldad.

Al final de la historia, cuando la madre vuelve al lado de su hijo, se puede escuchar una bonita variación del tema central en la que los sentimientos de amor afloran en cada nota. A este motivo central se le añadió una preciosa letra de Leslie Bricuse, convirtiéndola en la canción interpretada por coros que se oye al principio y final de la obra. Una delicia musical que forma parte de la partituras más influyentes en la historia de la música de cine.

Existen varias ediciones discográficas conteniendo esta obra. De entre todas ellas recomiendo la que puso a la venta en 2010 La La Land Records, la más completa hasta la fecha y en la que se incluyen 34 temas que hacen un total de 78 minutos de partitura. Lo peor de esta es su tirada limitada a 3.500 copias, resultando difícil de adquirir.

1990

Eduardo Manostijeras

El genio gótico a veces desfasado Tim Burton, autor de sobresalientes films como las dos primeras partes de la saga Batman o esa genialidad visual que es Sleppy Hollow, fue el encargado de ponerse tras las cámaras y contarnos esta estupenda historia llena de encanto y magia.

Para ello contó con la escritura de un guión muy bien elaborado, obra de Caroline Thompson, y unas interpretaciones muy logradas, entre ellas la de Johnny Deep como Eduardo, o Winona Ryder, y con la arrebatadora presencia del genio de Vincent Price, que aquí nos ofrece una gran muestra de su talento al dar vida al inventor y creador del personaje principal. Del mismo modo, la colorida fotografía de Stefan Czapsky ayudó a dar la sensación de cuento de hadas que desprende esta cinta.

Sinopsis: Una anciana le cuenta a su nieta durante una noche de Navidad la historia de Eduardo, un ser creado por un estrafalario inventor que muere durante este proceso, dejando al personaje de Deep incompleto, teniendo en las manos cuchillas en vez de dedos.

Danny Elfman, compositor habitual de Burton, creó aquí sin duda su obra más completa hasta la fecha. Una partitura cargada al unísono de belleza y melancolía, en la que podemos escuchar algunos de los temas más bonitos creados jamás para el cine.

Un tema central con coros que nos mete de lleno en el terreno de ensoñación que nos propone el film, y que es el auténtico protagonista del score. Se acompaña de otras maravillosas muestras de la inventiva de Elfman, en estado de gracia en esta composición. Por ejemplo creó un motivo más tétrico, pero sin dejar de lado esa sensación tan placentera, que guía las secuencias principales en el castillo cuando Eduardo es descubierto.

Destacado es a su vez el tema de la factoría de galletas, en el que escuchamos una melodía mecánica que gira en derredor, dándonos la impresión de que los seres que allí trabajan son máquinas sin personalidad.

Uno de los mejores momentos musicales lo tenemos en la secuencia donde el protagonista aprovecha su habilidad con las tijeras para ofrecer cortes de pelo a la comunidad de vecinos. Este es una joya de incalculable valor que en su principio nos muestra un motivo muy movido, para acto seguido desarrollarse en un estupenda pieza, como si de un tango se tratara y variando al final en una portentosa melodía de violín muy dinámica de aire centroeuropeo.

La música de Elfman desarrolla un romántico tono, acorde a la relación de los dos protagonistas, que se adecua de forma perfecta a la partitura de aire evocador que nos ofrece el compositor.

El autor realizó un tema más oscuro para las escenas en las que el personaje protagonista es perseguido por el pueblo, creyéndolo malvado. Otros más dramáticos que acompañan los momentos de soledad en los que se siente repudiado. Finalizando el score con estupendas variaciones del motivo central, que nos vuelven a llevar hasta un auténtico cielo musical del que se nos hace difícil bajar, sintiéndonos en las nubes. Preciosa composición la que nos regaló aquí el maestro Elfman.

Voy a citar como sugerencias tres ediciones de este score. La primera es la de el sello MCA, que apareció en su día como la versión oficial, en la que podemos escuchar 16 temas de Elfman junto con la brillante canción de Tom Jones “With These Hands”. Más tarde circuló por el mercado discográfico, sobre todo por el japonés, una edición con 33 temas en la que se incluía la partitura completa. Y ya para acabar, en 2010 Warner Bros lanzó al mercado una novedosa caja que contiene 16 compactos de impecable presentación dedicados a las composiciones de este autor para las películas de Burton. En uno de ellos se encuentra la música que nos ocupa, con un total de 26 pistas. Este pack salió a la venta limitado a 1.000 copias y con un precio desorbitado.

Arma letal, La jungla de cristal y Gremlins comentados por David Juliá García.