Entrevista a Rafael Arnau.

Rafael Arnau nació en Valencia en 1964. Desde muy temprano amó la música gracias a la afición de su padre por las composiciones clásicas. Vivió en varias ciudades, llegando a tocar en toda clase de bandas, asentándose finalmente en Madrid. Desde 1986 trabaja asiduamente como compositor, especialmente para el medio audiovisual. Entre sus obras más conocidas, encontramos La gran aventura de Mortadelo y Filemón (2002), Camino (2008) o su extraordinaria Real (2005), un score no muy conocido, pero considerado por el propio compositor como su mejor obra. Un autor con mucho talento, que por suerte podemos disfrutar dentro de nuestra filmografía.

¿Cuáles fueron sus primeros contactos con la música de cine?

El día que mis padres me llevaron al estreno de “Jesus Christ Superstar” entendí esa conexión. Cuando empecé a trabajar en publicidad comencé a experimentar las sensaciones tan maravillosas que produce componer música para una imagen, pero no fue hasta “La gran aventura de Mortadelo y Filemón” cuando pude disfrutar de la experiencia tan extraordinaria que supone ponerle música a una historia de más de un minuto, dotar de personalidad a los personajes con un tema propio, ilustrar un relato con acordes, notas y silencios.

Nos encanta su música para el film Camino. ¿Cómo fue el proceso de composición de ésta obra? ¿Y cuáles fueron sus influencias a la hora de escribirla?

En esa ocasión tuve la gran suerte de no estar limitado por ninguna referencia. Fui componiendo la música para cada escena según esa maravillosa historia me iba haciendo sentir, aunque sí que es verdad que lo primero que compuse fue la melodía de la cajita de música, que dio pie a casi toda la música del filme, a excepción de todos los adagios de la película, que fueron compuestos magistralmente por Mario Gosálvez, teniendo como referencia el adagio para cuerda de Samuel Barber. He colaborado con él varias veces y siempre ha sido un placer contar con semejante pedazo de compositor.

¿Con qué directores te has sentido más cómodo, o con más libertad, a la hora de componer para una película?

He trabajado en sólo cinco largometrajes, cinco cortos, dos series de televisión y un documental, y tanto Javier Fesser como Alberto Ruiz Rojo, Daniel Calparsoro, Borja Manso, Alberto Sciamma, Juan La Hoz, Julio Soto Gurpide, Juan Nonzioli, Cristian R. Sánchez y Paco Ponce de León, me dejaron plena libertad a la hora de trabajar, aunque siempre tengo muy en cuenta sus indicaciones y preferencias, para conseguir que la música forme parte de sus historias y mis composiciones formen parte de su “mundo creativo”, y ensamblen lo mejor posible su forma de narrar y comunicar.

¿Cómo es su relación con Javier Fresser, y su manera de trabajo en conjunto?

Me siento muy identificado con él y su mundo. Somos de la misma generación y tenemos muchas cosas en común, tanto en nuestra formación como en nuestros valores; esto hace que sea inmensamente fácil trabajar con él. Añadir que tiene una cultura musical envidiable y sabe imprimir un ritmo en el montaje que facilita mucho mi labor. Crea un ambiente de trabajo agradable y relajado que permite disfrutar al máximo de todo el proceso, y te involucra de tal forma que te sientes parte del «embolao» desde el primer momento. Además conocía y admiraba su trabajo antes de conocerle, y me fue muy fácil entenderle y dejarme llevar.

¿Qué compositores de música de cine te gustan más, y por qué?

Ennio Morricone ; me encanta cómo dota de personalidad a cada personaje, y sus melodías están íntimamente ligadas a las películas a las que pertenecen. Erase una vez en América me parece una obra maestra.

Danny Elfman; tiene una personalidad concreta, todas sus obras son reconocibles de su pluma a la primera escucha, y encuentro una magia inherente en sus partituras que, junto a la ironía y el misterio con el que dota a sus composiciones, me atrapa sin remisión.

Hans Zimmer; además de su calidad y su belleza, la música de este hombre incluye siempre guitarras, percusiones y sintetizadores que envuelve las películas en las que trabaja en una sonoridad imposible de conseguir sólo con una orquesta.

Andrew Lloyd Webber; su maestría a la hora de contar con canciones una historia me encanta.

¿Prefieres relegar las tareas de orquestación y dirección de orquesta en otras personas?

Aunque tengo cierta formación musical, no tengo los conocimientos suficientes para reflejar en partitura toda la orquestación. He tenido la suerte a la hora de orquestar de trabajar con el compositor Zacarías Martínez de la Riva en más de una ocasión, y sin dudarlo sería una suerte y un placer, además de un honor, contar con su profesionalidad, sus conocimientos y su dominio de la orquesta.

Has grabado muchas bandas sonoras con David Hernando Rico y la Bratislava Symphony Orchestra. ¿Cómo es trabajar con David?, nos consta que es un gran profesional y una gran persona.

Cierto, otra pieza clave. Un gran profesional, además de bellísima persona, con un conocimiento exhaustivo de cada instrumento . La orquesta de Bratislava cuenta con unos músicos de una sensibilidad impresionante, y una sección de cuerdas muy difícil de superar.

¿En qué proyectos andas metido ahora?

Estoy haciendo la música de un cortometraje para Gonzaga Manso, con la que estoy disfrutando mucho, además de llevarme por estilos poco explorados por mí; alguna producción para campañas de publicidad; y toco la armónica y canto en una banda de Blues. Estoy deseando que se ponga en marcha algún que otro proyecto, y esperando que otros directores se fijen en mi trabajo.

Aquí os dejamos una muestra del buen hacer compositivo de Rafael, se trata de la canción nominada al Goya en la pasada edición, perteneciente al film Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo.

Morta y File – Canción nominada al Goya 2015