Especial Semana Santa.

1959
Ben-Hur

Impresionante obra maestra de William Wyler galardonada con once Oscar, en la que todo es destacable. La maravillosa e impoluta dirección de Wyler, un maestro inconmensurable del cine, pasando por un guión de lujo, obra de Karl Tumberg, sobre la novela de Lewiss Wallace, la cuidada fotografía de Robert Surtees, y el gran trabajo de los actores. El film fue una nueva versión del anterior, de 1925, de Fred Niblo, al que superó con creces y que puede ser considerado como el mejor de todos los tiempos, perfecto en todos sus campos. Extraordinariamente protagonizado por Charlton Heston en el papel de Judá (uno de los mejores de su carrera); secundado lujosamente por Jack Hawkins (El ídolo caído, de 1948; Tierra de faraones, de 1955; El puente sobre el Río Kwai, de 1957; aquí como Quinto Arrio), Stephen Boyd (Viaje alucinante y La Biblia, de 1966; La caída del Imperio Romano; que borda su papel de malvado Messala) y Haya Harareet (actriz israelita, introducida en esta película por primera vez, en Hollywood; que cuenta con papeles como el de La tercera llave, de 1961, y Hombres que dejan huella, de 1962; pero que no llegó a triunfar, siendo recordada por su excelente papel en Ben-Hur). Otras grandes interpretaciones son las de Hugh Griffith (Éxodo, de 1960; Rebelión a bordo, Tom Jones), Sam Jaffe y Finlay Currie (en su papel del rey mago Baltasar).
Habiendo obtenido doce nominaciones a los Oscar, ganó once de ellos: mejor película, director, actor principal (Heston), actor secundario (Griffith), montaje, fotografía en color, dirección artística, vestuario, sonido, efectos especiales y —como no podía faltar— mejor música original, no siendo galardonada con el de guión adaptado (que también lo merecía).
Sinopsis:
Judá Ben-Hur recibe la visita de su amigo romano de la infancia, ahora convertido en un gran soldado dispuesto a manejar con mano de hierro al pueblo de Israel, pidiendo para ello la ayuda del hebreo. Por supuesto, este último se niega en redondo a prestarle tal ayuda, desencadenando la ruptura de la amistad, y provocando un tremendo odio en Messala hacia su persona. Con motivo de la llegada del nuevo gobernador romano a la zona, se produce un desgraciado accidente al desprenderse fortuitamente unas tejas de la terraza en la que Judá observa el desfile, que hacen caer al gobernador del caballo. Pronto Messala aprovechará la ocasión para vengarse, no sólo del príncipe judío, sino de toda su familia, encarcelándolos aún a sabiendas de que no eran culpables. A partir de ahí Judá es llevado a galeras, donde rema durante años esperando el momento para salir de allí, volcar todo su odio en Messala y vengarse de él. La oportunidad que estaba esperando le llega durante una batalla marítima, en la que su barco se hunde, salvando el judío al general al mando (Quinto Arrio). Éste lo adopta como su hijo librándolo de galeras, y Judá vuelve a su tierra en busca de venganza, encontrándola a través de la carrera de cuadrigas en la que Messala muere. Para que no le falte nada también encontrará a su madre, a su hermana y a su amada; recuperando su fe en Dios, gracias a un personaje al que él ya había visto con anterioridad, cuando fue llevado por el desierto hasta galeras y estando agotado, ese hombre le había dado a beber. Ahora se lo encuentra en distintas circunstancias, portando la cruz en la que va a ser crucificado; y Judá le ofrece agua, como años antes había hecho el otro hacia su persona. Este hombre es Jesús de Nazareth (Jesucristo).

Miklós Rózsa compuso aquí la obra más grande y perfecta jamás escrita para el cine, creando unos temas que alcanzan el esplendor absoluto y que son interpretados, también de forma modélica, por la magnífica orquesta de la Metro Goldwyn Mayer.

Comento la partitura tema por tema.

-Overture:
Majestuosa introducción en la que se puede escuchar, a modo de suite, partes de casi todos los temas que sonarán a lo largo del score. Una gran obertura acorde con el film para el que está escrito.

-Of Bethlehem:
Tema con coros de aire místico, que es de una belleza y exquisitez insuperables, para el nacimiento de Jesús, y que tiene ese toque grandilocuente en su melodía.

-Adoration of The Magic:
En esta pieza se oye una variación del pasaje anterior, compuesta para la adoración de los Reyes Magos, que acaba en una elaborada inserción de la sección de cuerda (que lleva el peso melódico). Pasaje genial.

-Prelude (Main Title):
Tema central del film que introduce los títulos de crédito. Una verdadera obra de arte, que pone la piel de gallina, de fuerza desmesurada en la utilización de los metales, la percusión y la sección de cuerdas, en la que Rózsa se explaya, mostrando todo su talento como compositor.

-Marcia Romana:
Potentísima marcha romana, que simbólicamente resalta la grandeza del ejército romano, con el debido uso de metales y percusión, resultando un tema maestro (como todos los de Ben-Hur).

-Ring For Fredom:
Este pasaje subraya uno de los mejores momentos del film; y yo diría sin duda, que es el mejor momento de su apartado musical. Situemos la historia. Nos encontramos en la escena en la que la hija de un esclavo de Judá le pide la libertad para casarse con su prometido. Judá se la concede, tomando su anillo a cambio, prometiéndole que lo llevará hasta que encuentre a la que ha de ser su esposa. Los sentimientos de los dos protagonistas salen a la superficie de genial manera, por medio de una auténtica maravilla musical que escribió Miklós, un tema de amor, interpretado al principio con un extraordinario solo de violín (de lo mejor que he escuchado en mi vida), que va subiendo progresivamente en intensidad (al mismo ritmo que la escena que acompaña), con la melodía interpretada de forma mágica, con la primacía de las cuerdas. En esa melodía de amor, la escucha de los violines, tocados de modo exquisito, y con mucho refinamiento, por la orquesta, te hace amar la música, y ver lo grande que es este arte sonoro, siendo imposible no emocionarse ante este tipo de pasajes musicales que nos muestran el alma del artista. Sólo por este insigne tema, vale la pena escuchar la partitura.

-Salute For Gratus:
Golpes persistentes de tambores y redobles prolongados, reciben al personaje de Gratus en su entrada a Jerusalem.

-Gratus, Entry To Jerusalem:
Es la continuación del pasaje anterior; una marcha solemne de mucho vigor, que advierte al espectador del poder de este personaje y de Roma en general.

-The Desert:
En esta pieza toma la música un cariz más cuadrigas, mediante este grandioso y monumental tema, que acompaña a Judá por su calvario por el desierto, con una melodía que expresa auténtico sufrimiento, de una inusual fuerza orquestal fuera de lo corriente.

-Exhaustion:
Cuando el personaje protagonista ya no puede más cayendo desfallecido y pide que le den de beber, se escucha otro motivo en la línea del anterior corte, de inmensa calidad y de mucha tensión, que acompaña la escena con elegancia y la hace mejorar en alto grado.

-The Prince of Peace:
Judá rindiéndose, se abandona a su suerte pero, de repente, un hombre le da de beber, recuperando el preso el ánimo, y adquiriendo fuerzas renovadas, al mirar a esa persona y en parte también por el agua. Para expresar todo esto, Rózsa emplea un tema dotado de gran misticismo, cuya audición nos hace elevar el alma hasta alturas celestiales, y que es el dedicado a la figura de Jesús, personaje al cual no se le verá la cara en todo el film, pero del que sabemos de su presencia cuando suena dicha melodía.

-Roman Gallery:
Pasaje de estridente melodía. En él Miklós, de manera magistral, adecuó la música al movimiento de los remeros, y nos muestra el impresionante ejército naval romano.

-Salute for Arrius:
Fanfarria de escasa duración, dedicada a la entrada en el barco del general Arrio.

-The Gallery (Rowing of The Gallery Slaves):
A partir de este pasaje se suceden una serie de temas de acción dedicados a la batalla naval, que te dejan perplejo en su ejecución, por lo elaborados y perfectos que son. El primero de ellos, y más destacado, es aquel en el que la música fluye a la misma vez que los esclavos de galeras se mueven y van subiendo su ritmo de remada, en una genial y maravillosa sincronización entre la música de la escena y los movimientos de los presos, que nos transmite el dramatismo y el sufrimiento de los condenados; y supone una verdadera obra maestra de sabiduría en la composición musical para cine (muchos compositores actuales quisieran llegar hasta estas cotas inalcanzables para ellos).

-Battle Preparations, Parts 1 and 2:
La introducción de metales da paso a una pieza de acción, de altísima brillantez y altísimo lujo orquestal, con poderosas características en su melodía. En ella podemos escuchar el motivo de la melodía central del score, al igual que el tema relacionado con Jesús cuando inexplicablemente, en la hora de la batalla, Judá es desencadenado por orden de Arrio.

-Attack!:
Gran tema de acción, que continúa el anteriormente aparecido, nuevamente con un uso supremo de la orquesta. Se hace una virtuosa interpretación del xilófono, entre golpes majestuosos de metales y percusión, acompañados en todo el pasaje por unas cuerdas que permiten alcanzar este grado máximo de expresividad.

-Ramming Speed!:
Pieza que subraya la secuencia en la que piden a los esclavos que remen con todas sus fuerzas para alcanzar la nave la mayor velocidad posible cara a hundir su espolón en los barcos enemigos; completando escenas que contienen una gran carga dramática, al ir cayendo todos los remeros exhaustos, incluso llegando algunos a morir debido al esfuerzo. Para recoger estos acontecimientos, Miklós (con la misma maestría que Wyler ha filmado lo sucedido) compone una dramática melodía de acción, que no tiene desperdicio alguno, de las mejores del autor en este tipo de música.

-The Battle, Parts 1, 2 and 3:
Pasaje de auténtico nervio, poseedor de melodías que suenan con ritmo desenfrenado, no al alcance de muchos compositores, con geniales y milagrosos golpes de percusión y una escritura en sus cuerdas de verdadera maestría, en un crescendo compositivo que lleva al oyente casi a la extenuación musical, todo ello mediante una interpretación de la orquesta como no he oído nunca.

-Rescue:
Nos situamos en la escena en la que Judá salva la vida a Arrio, manteniéndose los dos en un trozo de madera en el mar al caer del barco durante la batalla. Se suaviza aquí la música, adquiriendo una momentánea tranquilidad, punteada por un solo de oboe, hasta que los dos personajes avistan un barco que supone la salvación o la muerte de ellos, según del bando que sea.

-Victory Parade, Parts 1 and 2:
Entra Arrio en Roma victorioso de la batalla, con Judá a su lado, acompañados por una gran marcha triunfal, que ya aparecía con anterioridad en el film Quo Vadis?, pero que aquí es desarrollada más profundamente, dotándola el compositor de mayor fuerza que la que poseía su antecesora.

-Arrius, Party, Parts 1 and 2:
Esta pieza es la música que se escucha en la fiesta ofrecida en casa de Arrio, lugar donde éste va anunciar la adopción de Judá como su hijo. Melodía de vientos, con acompañamiento de pandereta, que imita a las músicas que se podían haber escuchado en la antigua Roma.

-Nostalgia:
Pasaje en el que se escucha el motivo principal de manera nostálgica y que se desarrollará, de manera más explícita, en el siguiente corte.

-Farewell:
Desarrollo del anterior corte en una triste melodía de cuerdas, acompañadas con punteos de arpa, para la escena en que Judá comunica a Arrio que tiene que volver en busca de su familia.

-Return:
Regresa Judá a su tierra y descubre que su madre y hermana viven, pero que son leprosas. Suena un motivo que se identificará, a partir de ahora, con el Valle de los Leprosos; y a continuación, otro dramatizado motivo, de desesperada melodía cierra la escena.

-Promise:
Resurge con un pausado solo de violín el love theme, cuando Judá ve de nuevo a su amada y le dice que todavía lleva el anillo en el dedo, en clara referencia a que ella es la mujer que ha de ser su esposa (en una escena muy romántica); tomando después la música un moderado dramatismo y abatimiento, que es el que sufre el protagonista en esos momentos, al estar alegre por encontrar a su amor, pero a la vez un poco desolado al ver el triste destino de su familia.

-Sorrow and Intermission:
Música que adquiere un claro cariz vengativo en sus bruscas sonoridades, que indica el fin de la primera parte del film, mediante una elevación majestuosa de la melodía, que nos informa de lo que Judá quiere hacer en breve: vengarse de Messala por todo el mal que le ha causado.

-Fanfare For Circus Parade:
Fanfarria de metales dedicada al circo donde van a correr las cuadrigas. Es una introducción de corta duración.

-Circus Parade (Parade Of The Charioteers):
Continuación del anterior pasaje donde se explica, mediante una música de metales espectaculares y percusión magistral, la grandiosidad del evento.

-Valley of The Lepers:
Volvemos a escuchar el demoledor y arrollador tema dedicado al Valle de los Leprosos, cuando Judá llega a ese lugar para coger a su madre y a su hermana y llevárselas de allí. Esta pieza es de una gigantesca maestría; no necesitamos ni ver la escena para saber lo que está ocurriendo en la película, porque la música sola nos lo expresa.

-The Search:
Continuación del anterior corte para la escena en la que Judá busca a sus familiares en el interior de la cueva donde están los leprosos, acompañado en toda la pieza por ese motivo que se asocia con la lepra, hasta que los encuentra, sonando a continuación de manera exaltada el tema central del film, que después se convertirá en una melodía de gran dramatismo, cuando ve a su hermana moribunda.

-The Procession To Calvary:
Colosal composición que acompaña la escena en la que Jesús lleva la cruz a cuestas hasta el monte para ser crucificado, con una melodía principal cargada de misticismo, entremezclada con un progresivo dramatismo, que va creciendo en intensidad según crece el sufrimiento de Jesucristo en su calvario. Nueva muestra de pieza auténticamente magistral.

-The Bearing of The Cross:
En este pasaje se volverá a escuchar el tema de la escena anterior, con el mismo tono que imperaba en él, pero conteniendo más fuerza, lo que se logra a través de grandes golpes percusivos.

-Recognition:
Pieza confeccionada para la escena en la que Judá reconoce en Jesucristo al hombre que le había dado agua en el desierto cuando él estaba preso. En la que suena por unos instantes el llamado «tema de Jesús», cuando cae al suelo por el esfuerzo de transportar la cruz, y Ben-Hur se acerca entre el gentío y le ofrece agua para que beba, intentando devolverle el favor que ese buen hombre le hiciera en el pasado.

-The Miracle:
Suena nuevamente el motivo místico relacionado con Jesús, cuando éste muere en la cruz y milagrosamente la madre y la hermana de Judá sanan de su enfermedad, punteado todo el fragmento por el uso casi religioso de campanas, subrayando una escena en la que la curación de las dos mujeres es un momento mágico de emoción.

-Finale:
Pieza en la que suena el tema central muy suavemente, transmitiéndonos el músico que, para Judá todo ha vuelto a la normalidad, porque nuestro protagonista ha recuperado su fe. Inmediatamente después reaparece el motivo de «Jesús», también de forma suavizada, al que seguirá una bella variación de la melodía principal de la película con oboes y luego otra vez el tema principal con coros, interpretando un aleluya que pone al oyente el vello de punta y que es capaz de emocionarnos hasta altos extremos, de igual manera que todo este score.

Sobra decir que como esta obra tiene un largo número de temas, yo he comentado aquí los más significativos.

Como ya he dicho, estamos ante la mejor partitura musical de la historia del cine. Bella, majestuosa, cargada de un muy conseguido misticismo religioso, resulta una completa obra de arte, que ganó muy merecidamente el Oscar a la mejor música.

De esta composición existen numerosas ediciones en disco.

Está, por ejemplo, la editada en 1987 por el sello CBS, en la que encontramos 40 minutos de partitura, repartidos en 14 temas.

Decca lanzó en 2010 un doble cd. En el primero habían 13 temas de Ben-Hur, conteniendo el segundo Quo Vadis? Y Julio César; dirigiendo la dos primeras partituras Rózsa, y la última Bernard Herrmann.

Doce temas encontramos en el segundo disco de la edición de 2006 del sello Dutton Vocalion, porque el primero está constituido por Quo Vadis?.

Aparece igualmente, la edición de Emi Records, en 1996, con los mismos 14 temas de la edición de CBS.

También tenemos la edición de Turner Classics Movie Music, que editó la más completa de las mencionadas hasta el momento, con 78 minutos de música, dividida en 36 temas, de fácil adquisición a día de hoy y buen precio.

En el mismo año 1996 Rhino sacó a la venta la mejor versión, en un doble cd, conteniendo la partitura completa de 2 horas y 27 minutos, a lo largo de 88 temas, con libreto incluido en su interior.

En 2012 vio la luz la edición de Film Score Monthly, en cinco cds. Los dos primeros, con la partitura completa, en 64 temas (son los mismos temas que aparecían en la anterior edición comentada, pero aquí concentrados). El tercero contiene la versión de Carlo Savina, al frente de la Orquesta Sinfónica de Roma, de 40 minutos de duración y con temas de música alternativa, que no tiene la maestría de ejecución en las cuerdas que tenía la original. El cuarto es el álbum grabado por Eric Kloss, conteniendo también temas alternativos. El quinto alberga el segundo volumen de la grabación de Kloss, al igual que temas alternativos y bonus tracks. Esta edición en mi opinión, está un poco saturada; aun así es muy interesante, incluyéndose dentro un libreto muy cuidado, como todos los del sello.

Menciono también la edición de Hallmark del 2010; y la realizada en 2014 por Intrada, en The Excalibur Collection, con algunos de los temas para coros, interpretados por el Winchester Cathedral Chamber Choir, y dirigidos por Allan Willson y George Castle (este último también interpreta al órgano).

No me olvido tampoco de la edición de London Records de 1985, que contiene 13 temas.

Sonny Clasical en 2010, volvió a reeditar la edición que había lanzado Rhino en 1996, de dos cds.

De 1991 es la edición de Sony Music Special en dos cds, con 93 minutos de duración, divididos en 33 temas, grabados por Carlo Savina con la Sinfónica de Roma.

Richard Muller-Lampertz dirigió a la Hamburg Orchestra and Chorus, para la edición del sello Soundtrack Listenes. Cuatro temas de esta misma versión se encuentran en la edición de Varése Sarabande de 1986, junto a temas de otros filmes.

No quiero olvidarme de la edición del sello Victor de 1987; y la de la edición pirata Aldebaran de 1995 en tres cds, que contiene la partitura completa con la inclusión además de temas alternativos, de 3 horas y 13 minutos.

Y ya por último,citaré una suite de 6 temas (junto a otros temas del compositor), dirigida por Rumon Gamba, al frente de la BBC Philharmonic, para el sello Chandos que editó en 2014.

Extraído del libro Miklós Rózsa: Una vida, dos pasiones, T&B editores.

 

1961
King of Kings (Rey de Reyes)

Superproducción de Samuel Bronston para la Metro Goldwyn Mayer, sobre la vida de Jesús de Nazareth, con dirección de Nicholas Ray (55 días en Pekín; Rebelde sin causa, de 1955; Johny Guitar, de 1954; entre otras muchas grandes películas). Con guión de Philip Yordan y un gran reparto formado por Jeffrey Hunter (habitual en filmes de John Ford como El sargento negro, de 1960, o Centauros del desierto, de 1956), Hurt Hatfield (El estrangulador de Boston, de 1968; Sin sombra de sospecha, de 1947), Siobhan McKenna (Servidumbre Humana 1964), Robert Ryan (Doce del patíbulo, de 1967; El día más largo, de 1962; Conspiración de silencio —de 1955, quizá su mejor papel, interpretando a un cobarde racista, en este gran film de John Sturgess, director de La gran evasión o Los siete magníficos, y que cuenta con una excelente música de Andre Previn—). También tienen un pequeño papel Orson Welles, Viveca Linfords y algunos actores españoles al ser rodada en nuestro territorio, como por ejemplo, Carmen Sevilla (Los amantes del desierto, de 1957; Secretaria para todo, de 1958), Conrado San Martín (Gritos en la noche, de 1962; Los Mercenarios, de 1961; El Coloso de Rodas, de 1968) o Fernando Sancho (Lawrence de Arabia; y visto interpretando a mexicanos en infinidad de títulos del oeste como La hora del coraje, de 1968, o Tu cabeza por mil dólares, también de 1968).
La película tiene numerosos fallos y no es de las más logradas sobre el tema, pero se deja ver bien y tiene momentos aceptables. Entre sus fallos está la elección del personaje de Jesús en Hunter, un actor verdaderamente muy agraciado, pero al que en mi opinión, no le va el papel.
En 1927 Cecil B. Demille realizó un film sobre el mismo tema llamado El Rey de reyes, en el que se basan algunas de sus escenas.
Lo mejor de la cinta es, sin duda, la maravillosa composición musical que hizo Rózsa, de grandes melodías, y de gran contenido místico, merecedora de una nominación al Globo de Oro.
Sinopsis:
Historia sobre la vida de Jesucristo, contada a través de la representación de numerosos hechos biográficos mencionados en la Biblia.

Una nueva obra maestra de Miklós, de exorbitante belleza.

Al igual que hice con Ben-Hur voy a comentar algunos de sus temas más importantes.

-Overture:
Presentación del score mediante un tema interpretado por coros, con sonidos de campanas, que deriva hacia un pasaje interpretado por cuerdas de bellísima melodía. Se recupera al final, el sensacional e imponente motivo central, otra vez con coros.

-Prelude:
Metales y percusión anuncian una impresionante melodía acompañada de coros, que será el mismo tema principal de técnica depuradísima, en otra muestra más de que Miklós era único para crear melodías de pura belleza.

-Roman Legions:
Marcha de metales y percusión para presentar las legiones romanas.

-The Elders-Sanctuary:
Tema de gran energía creativa que comienza con tonos místicos, para después convertirse en una melodía más agitada.

-The Scrolls- Subjugation:
Variación del pasaje anterior, que como aquél, derivará hacia melodías de mayor acción.

-Road To Bethlehem-The Nativity:
Escuchamos aquí el tema de Jesús de forma muy ralentizada, con hermosos interludios de oboe; finalizado con un motivo interpretado con coros de singular belleza para el nacimiento de Cristo.

-The Slaughter of Innocents:
En esta pieza para la muerte de los niños varones ordenada por Herodes, suena una variación del tema central de aire más dramático y oscuro, que al final evolucionará hacia una melodía de acción, perfectamente orquestada.

-Joseph And Mary:
La escena en la que vemos a los padres de Jesús en su huida con el niño, está acompañada por solos de oboe del motivo principal, tocados dulcemente.

-Pontius Pilate´s Arrival:
Para la llegada de Pilatos a la ciudad, el músico incorpora sonoridades muy sólidas, a través de percusión y metales, que dan a entender el poderío político y militar del personaje.

-Revolt-Barabbas, Escape:
Para la escena de la revuelta guerrera de Barrabás y el posterior escape, trepidantemente musicalizada, el autor incluye ritmos obsesivos con incorporación de numerosos golpes de platillos, que claramente mejoran una secuencia no tan brillante.

-Baptism of Christ- Sadness And Joy:
Podemos escuchar para la escena en la que Juan bautiza en el río a Jesús, ese tema de tono místico que acompañará al personaje hasta su conocido final en la cruz. La melodía está acompañada de geniales coros, que dotan al mencionado pasaje de una inmensa fuerza interior. A continuación un bellísimo solo de chelo da paso a otro hermoso solo de violín de la melodía principal.

-The Last Temptation of Christ:
Pieza de larga duración en la que podemos escuchar variaciones de los dos temas principales con dramático contenido, según varía la escena, destacando el pasaje por la incursión de un enigmático motivo de cuerdas para la tentación de Jesús.

-Herodes Feast:
Aparece un tema de aire oriental para la fiesta en la corte de Herodes de gran melodía, donde Rózsa demuestra nuevamente, como erudito que era, el gran conocimiento que tenía de las músicas antiguas.

-Miracles:
Melodía dramática en su comienzo acogiendo luego el motivo de Jesús, interpretado astutamente por las cuerdas introduciendo finalmente coros mágicos para la escena de los milagros del hijo de Dios.

-Mary Magdalene-Answer from a Stone:
Para la escena del apedreamiento de María Magdalena aparece el tema de Cristo, pero de forma altisonante; tomando tintes más dramáticos, cuando Jesús, para salvar a la mujer de una muerte segura, habla al gentío y le dice que el que esté libre de pecado tire la primera piedra.

-Woman of Sin:
Pieza en la que se reintroduce la melodía principal con oboe, de manera muy delicada y bella; para acto seguido, ser tocada en un solo de violín, que dará paso a la interpretación de la misma por la sección de cuerda, con frases de arpa completando el pasaje.

-Salome´s Dances:
Exótico tema interpretado por vientos con vivaz percusión y pandereta, de aires étnicos, que recuerda a algunos motivos de ciertos pasajes de El ladrón de Bagdad.

-Mount Galilee-Sermont on the Mount-Love Your Neighbor:
Suenan aquí más majestuosamente que la vez anterior, los dos temas centrales, acompañados de coros, que hacen de este pasaje un tesoro. Incluye esta pieza además otras bellas melodías, que se suavizarán cuando Jesús se dispone a dar su sermón en un monte de Galilea, siendo escuchado por todos los presentes, quedando embelesados por la bella oratoria de este hombre y por el amor que transmiten sus palabras.

-The Lord´s Prayer:
Melodía esta de sonoridades más tristes y melancólicas en su comienzo, sostenidas por los coros, que progresivamente van subiendo en intensidad, uno de los mejores temas del score.

-The Disciples:
Gran corte dedicado a los discípulos de Jesús de melodía luminosa y positiva al principio, que se torna después un poco sombría cuando la escena se detiene en la figura de Judas; para seguidamente volver a recuperar ese claro tono optimista.

-Entr´Acte:
Para el intermedio de la película suenan variaciones señoriales de los principales temas del film.

-Jesus Enters Jerusalem- A tempest in Judea- Defeat- Phalamx-False Promise-The Last Supper-The Feast of Passover:
Larguísimo pasaje que comienza con una formidable melodía de enérgicas sonoridades y que representa un tema de acción sólidamente apoyado en los metales y la percusión (mediante diferentes golpes), con una orquestación a una gran altura. Más adelante cuando la escena se torna más reposada aparecerán dramáticos motivos de tono pesimista. Después se escucha el tema de Jesús en otra nueva aparición interpretado por oboe, de una elegante belleza; para terminar con una melodía religiosa interpretada por los coros.

-Agony in The Garden- Kiss of Judas:
Tema de reprimido dramatismo (creado para el sufrimiento de Cristo en el Monte de los Olivos en espera de lo detengan), que estalla repentinamente en la percusión, para recuperar luego el tono dramático del inicio y que irá subiendo gradualmente en intensidad, hasta que llegue el momento en el que Judas lo entregue.

-Via Dolorosa-Christ Bearing His Cross:
Pasaje que acompaña la escena en la que vemos a Jesús portando la cruz por la Vía Dolorosa hacia su muerte. La secuencia está muy bien musicalizada, con un tema muy dramático, que va adquiriendo progresivamente una mayor intensidad; pero puestos a escoger, personalmente, a mí me gusta más el que escribió para la misma escena bíblica de la muerte de Jesucristo en Ben-Hur, mucho más logrado, aunque éste es muy bello.

-Last Words of Christ-Golgotha-The Pieta-The Sepulcher-Resurrection
Miklós acompaña las últimas palabras de Jesús en la cruz, de forma dramática, mediante un tema en el que el peso melódico recae en las cuerdas. Una melodía que expresa misterio, a la escena en la que las mujeres encuentran el sepulcro vacío; seguida después por coros majestuosos que interpretan el tema principal, para remarcar la resurrección de Cristo.

-Epilogue:
Otra vez entran los coros en acción. En este sentido ésta es la partitura más rica en melodías corales de todas las compuestas hasta ese momento por Rózsa, que aquí se utilizan para dignificar la figura de Jesús, acompañadas por golpes de platillos finales.
Una banda sonora redonda y maestra del compositor, que ha tenido varias ediciones en disco.

Comienzo por la de Emi de 1990, que contenía 16 temas y estaba acompañada por La historia más grande jamás contada, de Alfred Newman.

La mejor de todas ellas es sin duda, la editada en 2002 por Rhino Music, en doble cd, conteniendo 43 temas, en 2 horas y 13 minutos de duración.

Del año 1992 es la edición de Sony con 75 minutos, a lo largo de 26 temas.

Seis temas se incluyen en la versión de Varése de 1986, de la que hemos hablado con anterioridad en Ben-Hur.

En el disco número 12 del Miklós Rózsa Treasury aparecen 16 temas, de 42 minutos de duración, con temas alternativos y no utilizados que suman 35 minutos añadidos a los anteriores, haciendo un total de 78 minutos.

Siete temas aparecen en el recopilatorio del sello Prometheus Miklós Rózsa Film Music Vol. 1, junto al score Ben-Hur y El Poder.

Por último cito la edición del 2014, de Intrada, en la que se versionaban temas con coros, dirigidos por Allan Willson.

Extraído del libro Miklós Rózsa: Una vida, dos pasiones, T&B editores.

 

1965

La historia más grande jamás contada.

Irregular film sobre la vida de Jesús de Nazareth dirigido por George Stevens, David Lean y Jean Negulesco, con guión de James Lee Barrett (Novela: Fulton Oursler). La producción ya desde su comienzo tuvo problemas, se atestigua lo dicho por la incursión en el film de tres directores totalmente opuestos, y continuó con una elección del Jesús no muy adecuada. Max Von Sydow fue el encargado de meterse en la piel del hijo de Dios, y no es que el actor sueco sea un mal interprete, al contrario es un actor excelente, que cuenta con interpretaciones extraordinarias a lo largo de su carrera, como por ejemplo la que realizó para El exorcista (1973). A partir de esta equivocada elección, contamos con pequeños papeles de muy insignes artistas, como John Wayne, haciéndose cargo del papel del centurión que ve morir a Jesús en la cruz y otros muchos sin ningún tipo de sentido. Encontramos en su reparto a Charlton Heston, Claude Rains, José Ferrer y un amplio elenco de estrellas de la época, que no por serlo hacen mejorar la película.

Sin embargo la música de esta superproducción resulta ser una de las grandes obras maestras de la música cinematográfica. Escrita por el genial Alfred Newman (1901-1970), uno de los pocos compositores netamente americanos que trabajaron durante la Edad de oro de Hollywood, y uno de los grandes de todos los tiempos. Newman era el mayor de diez hijos. A los cinco años empezó a tocar el piano de manera autodidacta, y más tarde tocó dicho instrumento en restaurantes y cafés para así poder ayudar a su familia. Cuando la industria de Hollywood se convirtió en la mayor productora de cintas del mundo, necesitaban innumerables trabajadores de todos los ramos, entre ellos el musical, Alfred decidió probar suerte dentro del cine. Desde finales de los años 20, el compositor trabajó para los estudios, ya fuera como pianista, arreglista, orquestador, director o componiendo temas sin acreditar. Ya sería en los años 30 cuando Newman destacó plenamente en la composición, gracias  a sus colaboraciones con John Ford, como Huracán sobre la Isla (1937), una partitura trepidante. Trabajó con los mejores directores de la época en grandes títulos como Cumbres Borrascosas (1939), o La canción de Bernadette (1943). Después el maestro pasó a ser jefe del departamento musical de la Twenty Century Fox, creando un sonido en sus composiciones y en los arreglos de obras ajenas, donde la cuerda sobresalía sobremanera, siendo de un color muy preciosista: la denominada «Cuerda de Newman». A su vez dio la oportunidad de conocerse a jóvenes compositores y a otros colegas de edad, recomendándolos para varias cintas, como es el caso de David Raksin, Bernard Herrmann o Jerry Goldsmith (en Los valientes andan solos de 1962). Newman se mantuvo en la Fox hasta los años 60, cuando la abandonó, realizando sus últimos títulos para diferentes estudios. Durante sus años en activo, que llegaron hasta el año de su muerte, Newman consiguió 45 nominaciones a los Oscar, ganándolo en 9 ocasiones. Fue uno de los más grandes compositores de la historia con un estilo muy marcado inigualable e inconfundible. Decir también que su familia se dedicó al igual que él, al mundo del cine. Sus hermanos Emil y Lionel realizaron todo tipo de encargos dentro de la industria, siempre en el apartado musical. Hasta el día de hoy el apellido Newman se ve continuamente en los cines, mediante las composiciones de los hijos de Alfred, Thomas y David, su sobrino Randy y ahora su nieta Joely Newman.

Para esta ocasión el maestro compuso una obra de alto contenido místico, como pedía la historia. Un tema dedicado a Jesús, a modo de adagio, que en su comienzo recuerda al «Adagio for Strings» de Samuel Barber. Un tema realmente excepcional que aúna misticismo y tristeza por igual, donde «la cuerda de Newman» se escucha en todo su esplendor. Una joya musical que utilizaría el compositor a lo largo del film como leitmotiv.

Lamentos corales y flauta acompañan a Jesús en sus meditaciones con Dios, unos momentos donde sobresalen por su belleza los cánticos interpretados por voces femeninas.

El compositor utilizó dentro de la orquesta muchos y variados instrumentos étnicos para resaltar la zona geográfica, insertándolos maravillosamente bien con el resto de la orquesta sinfónica. Panderetas, campanillas y demás se fundían dentro de una orquestación exquisita. Como ejemplo el tema de la natividad, donde se pueden escuchar dichos instrumentos, seguidos por un toque de flauta realmente magistral que se acompaña de un suave y bello canto de mujeres, y como no de la cuerda, que nos mantiene en un estado de tranquilidad casi hipnótico.

Dentro de estos cortes podemos oir de vez en cuando un leve motivo amenazador de metales, que nos adelanta los fatales acontecimientos que le esperan a este personaje.

El score se basa en el tema de Jesús que aparece de forma bellísima en sus días en Egipto por ejemplo.

En la composición no hay ni una sola nota dedicada a los romanos, como se hicieran en obras del estilo. Newman, en lo que fue un acierto, sólo escribió música para el personaje y su entorno. Para María su madre o María Magdalena, escuchamos temas con la voz femenina como principal sustento realmente maravillosos, que son un contrapunto al tema dedicado a Jesús. Estos aparecerán a lo largo del film en distintas variaciones, que se irań haciendo más dramáticas conforme avance la historia. Temas de auténtica maestría compositiva, que dan fe de lo extraordinario de este autor.

Encontramos algún que otro motivo de acción, pero de leve duración, para resaltar acontecimientos más movidos, pero en definitiva lo que predomina en la obra es una sensación de misticismo y paz interior majestuosa, como en el tema «Los lirios del valle», donde una guitarra con acompañamiento de una delicada escritura de cuerdas nos mantiene en una sensación placentera.

Un esplendido aleluya acompaña la resurrección de Lázaro, que vuelve a aparecer en las escenas de la resurrección y ascensión de Jesús, un majestuoso tema lírico en el que por vez primera durante toda la composición se introducen las voces masculinas junto a las femeninas, que habían sido hasta entonces utilizadas para retratar a la dos Marías y para dignificar la bondad y la paz del personaje principal.

Cabe destacar que el compositor recibió la ayuda en los temas corales de Ken Darby (1909-1992), compositor, orquestador y sobre todo arreglista estadounidense que trabajó junto a Newman en algunas de sus últimas composiciones, como esta que nos ocupa o la sensacional La conquista del Oeste (1962). Con su grupo Ken Darby Singers, interpretó numerosos éxitos de la época como»Blanca Navidad», al igual que intervinieron cantando en películas como El mago de Oz (1939) o algunas producciones animadas de Tom y Jerry. Darby fue profesor de canto de Marilyn Monroe en Los caballeros las prefieren rubias (1953) y There’s no business like show business (1954).

Como anécdota hay que citar que en la cinta también podemos encontrar música de Hugo Friedhofer y Fred Steiner. Al ser un film de 200 minutos y sobre todo por la incursión de tres directores diferentes, se produjo este hecho. Eso sí, la aportación de estos dos últimos compositores fue ínfima, no en cuanto a calidad, sino en extensión.

Quiero mencionar, a modo de anécdota también, que cuando suena el tema de Jesús de manera más alegre y movida, insertó Newman un pequeño motivo que tiene cierta similitud con el que compusiera años más tarde, concretamente en 2001, Howard Shore en El Señor de anillos: La Comunidad del anillo, me refiero al tema dedicado a la valentía de la recién formada comunidad del anillo.

En definitiva una joya maestra que se vio recompensada con una merecida nominación al Oscar, entre otras cuatro que recibió el film. Donde causa sensación el misticismo religioso aplicado por el maestro, a pesar de no ser creyente y que ya daría muestra de el en La canción de Bernadette o La túnica sagrada (1953).

Dentro de sus ediciones en disco, de las muchas y buenas que se han realizado, recomiendo la que editó en 2001 Varése Sarabande. Una edición de lujo en tres cds, el primero conteniendo el álbum original lanzado en los años 60 y los dos siguientes, con la música completa tal como aparecía en el film, con Alfred Newman dirigiendo a la Orquesta Sinfónica de la Metro Goldwyn Mayer.

 

1977

Jesús de Nazaret.

Película televisiva coproducida por Gran Bretaña e Italia, dividida en dos grandes capítulos, dirigida por Franco Zeffirelli, autor de grandes títulos dentro de la cinematografía italiana e internacional. Sin duda es una de las mejores cintas dedicada a la figura de Jesús, magníficamente puesta en escena por el director, que coescribe también el guión junto a Suso Cecchi d’Amico y Anthony Burgess. Uno de los aciertos del film radica en el acertado casting, empezando por la precisa elección de Robert Powell como Jesús, a mi juicio la más lograda de las interpretaciones que se hayan hecho del personaje. Powell es un actor británico apenas visto en algunos papeles como Refugio Macabro (1972), film de la productora especializada en terror Amicus, o en Tommy (1975) del siempre polémico Ken Rusell. Dentro del reparto encontramos estupendas actuaciones a cargo de Anne Bancroft, James Mason, Rod Steiger, Michael York y un inmenso cartel en el que hay nombres como el de Claudia Cardinale o Fernando Rey, todos ellos genialmente escogidos. Recibió entre muchas otras nominaciones, 6 a los premios Bafta.

Maurice Jarre se encargó de componer la partitura musical, creando una obra muy noble que se encuentra entre lo mejor de la obra para el cine del autor francés.

Empezó con un tema principal de auténtica maestría, que dignifica al personaje y sirve de colorido apoyo de la zona geográfica. Con una orquestación portentosa, resulta uno de los más logrados de este esplendido autor. En el insertó, dentro de la orquestación tradicional, instrumentos étnicos, como el santur (instrumento de cuerda percutida), la cítara (instrumento de cuerda proveniente de Europa central, recuérdese la genial interpretación de este en El tercer hombre por Anton Karas en 1949, o el ugab (flauta larga vertical de sonido oscuro, que era utilizada por los pastores).

Creó un tema misterioso para la anunciación, donde las ondas martenot (instrumento electrónico inventado en 1928 por el compositor y chelista francés Maurice Martenot y muy utilizado por compositores como Jarre o Elmer Bernstein)  llevaban el peso de la composición, un motivo que no deja al oyente indiferente, de muy bella factura en su acabado, en el que la flauta coge entonces el testigo de las ondas martenot, creando un ambiente único.

Uno de los mejores temas es el del bautismo, alegre y movido, en el que la flauta y la cuerda mantienen un pulso interpretativo de quilates.

Escribió Jarre otros temas más dramáticos, en el que la cuerda, sobre todo violines, violas y chelos, llevan el peso compositivo, como por ejemplo el de la entrada en Jerusalén, que empieza de esta manera, para continuar mediante la incursión del oboe, con un motivo lamentativo realmente precioso.


Lógicamente el tema principal se usa a lo largo del film, en diferentes ocasiones y con diferentes variaciones.

El personaje de Salomé, tiene a su vez uno de los temas más bonitos del score, donde la flauta interpreta un motivo suave y elegante.

Uno de los temas que más me gustan, es el llamado en el disco «Beatitudes», una magnífica narración lamentativa a cargo de Pino Colizzi, con una música a modo de adagio, realmente espectacular, en el que la cuerda va subiendo poco a poco en intensidad hasta llegar a una exaltación grandilocuente del tema central del film, auténticamente maestra.

Como he comentado, las ondas martenot tienen un papel muy importante en este score, utilizándolas para dar sensación de misterio, como en el  comienzo de la escena del milagro de los peces. Una melodía que se torna a continuación más positiva y festiva, conforme se desarrollan los acontecimientos.

Un tema estridente y de fuerte orquestación es utilizado por el compositor para la escena de la crucifixión. En ella la percusión y los metales dan paso al motivo del tema central, pero con un tono oscuro muy recurrente. Uno de los temas más largos, que a mitad del mismo se vuelve más dramático y triste, a la par que vemos el sufrimiento del personaje en la cruz, y el de las mujeres que lo quieren. Una escena espléndidamente tejida por Zeffirelli, que nos llega muy adentro, y que como no, ayuda a ello el bellísimo y triste adagio que compuso el maestro francés, que incluso acompañó con leves toques de ondas martenot, una joya.

Ya para acabar, resaltar la música para la escena de la resurrección. Un corte donde se vuelve a introducir las ondas martenot, para dar esa sensación de misterio, muy lograda, que acompañan a las mujeres en su camino hacia el sepulcro. La música adopta a continuación un tono solemne y enardecedor, cuando abren el mismo y se encuentran con que el cadáver de Jesús ha desaparecido, terminado con la irrupción del tema principal.

Una magnífica obra que por suerte podemos disfrutar escuchando sus dos ediciones en disco. Una editada en 1996 por RCA records, de 11 temas de contenido, en la que Jarre conducía a la National Philarmonic Orchestra y Sidney Sax como maestro de concierto.

La otra la sacó a la venta el sello italiano Legend en 2010, siendo esta una edición más completa que la anterior. Contiene 18 temas con una duración de 53 minutos y un libreto con mucha información. Por ponerle un pero, que es limitada a 2500 copias.

 

1988

La última tentación de Cristo.

Film dirigido por Martin Scorsese, que ahonda en la vida de Jesús de Nazaret. Contada bajo un prisma totalmente opuesto a todo lo que habíamos visto hasta entonces sobre el personaje, la cinta se apoya sobre todo en un buen guión de Paul Schrader, basado en la controvertida novela del griego Nikos Kazantzakis. Visualmente la película es muy potente, gracias a una genial fotografía de Michael Ballhaus y sobre todo por unas escenas bastantes impactantes. En cuanto a los actores, William Dafoe se encargó de interpretar al personaje principal, secundado por Harvey Keitel, Barbara Hershey o Harry Dean Stanton, entre otros.  Recibió una nominación al Oscar al mejor director y como curiosidad también fue nominada en la categoría de Peor Actor Secundario, en los premios Razzie, Keitel fue el afortunado.

En su apartado musical, Scorsese contrató al músico pop Peter Gabriel.  Nacido en Chobham, Reino Unido el 13 de Febrero de 1950, Gabriel es más conocido por pertenecer al grupo de Rock Génesis, del que era vocalista. Más tarde probó suerte en solitario, lanzando varios discos al mercado con desigual suerte. A su vez compuso la música de algunas películas, sin ser un especialista, como su primera Birdy (1985) de Alan Parker, ésta que nos ocupa y un par de ellas más en los años 2000.

 

Gabriel no es un compositor consumado, así que en estas incursiones se defendió aceptablemente bien. Compuso un tema principal en el que el duduk (instrumento de viento originario de Armenia, utilizado por infinidad de compositores para reflejar el mundo Árabe; Armand Amar es uno de los compositores que más lo utiliza en sus obras) era su principal valedor, acompañándolo de percusión y una leve incursión de los sintetizadores. En general es un buen tema, que refleja el ámbito geográfico y a su vez la tensión de la historia que nos va a contar el director, resultando hacia su final extremadamente obsesivo.

Escribió el compositor temas al sintetizador, vanguardistas, que insertó a lo largo del abultado metraje, y que quedaban bastante bien con las escenas que estamos viendo en pantalla.

Otros de tono evocador para reflejar la figura de Jesús, donde el compositor usó el sintetizador para conseguir dicho tono, mezclándolo con una instrumentación pop en la que sobresalía la percusión.

Hay en el score un aire místico, reflejado en algunas escenas como la de la resurrección de Lázaro, en la que Gabriel mezcló el sintetizador y el duduk de manera muy eficiente, sin dejar atrás esa percusión obsesiva que acompaña a casi todos los temas de la obra. En el mismo tema se escuchan también sugerentes cantos lamentativos de estilo árabe.

Otros cortes de extrañas sonoridades interpretados por el sintetizador, son usados para acompañar las escenas más raras y controvertidas, una escritura por parte de el compositor muy adecuada para reflejar lo que vemos en pantalla.

Escuchamos un motivo, podríamos llamarlo de amor, compuesto para la relación de Jesús con María Magdalena, en el que el oboe interpreta una melodía bonita pero de aire muy triste.

Uno de los mejores temas es «Stigmata», de aire místico, interpretado por cuerdas de estilo árabe, sintetizadores que se mantiene en suspensión, dando aire de misterio, y una voz masculina, arábiga que nos mantiene en reflexión durante toda su duración.

Ya finalizando el score, oímos un corte de suaves sonoridades, que transmite tranquilidad,  y que hasta entonces no habíamos podido percibir en la composición. En ella un bello motivo de flauta acompañado por sintetizador, resulta ser su principal sustento compositivo.

En definitiva, una obra aceptable en la que el sintetizador es su principal valía, al igual que la percusión obsesiva que aplica el autor para darnos la sensación del tremendo debate interno que sufre el personaje. También para el entorno geográfico aplica la inserción del duduk, violin  y voces árabes  quedando excelentemente bien entremezclados con el sonido etéreo del sintetizador. Como digo, una obra aceptable a pesar de no ser un compositor de cine propiamente dicho.

En cuanto a la edición en disco, en 1989 Real World- Virgin editó la banda sonora en 1989, conteniendo 21 temas, los mismos que contenía la reedición de 2010 del mismo sello.

 

2004

La pasión de Cristo.

Desde que Mel Gibson se pusiera a dirigir, nos ha dado obras de mucha calidad. Ya desde su magnífica El hombre sin rostro (1993), Gibson demostró su valía como director. A continuación llegaría su gran obra maestra Braveheart (1994), y ya no se pondría tras las cámaras hasta el film que nos ocupa. Gibson es un ferviente devoto Cristiano, miembro incluso del Opus Dei y también de los llamados Kikos, de ahí los siete u ocho hijos que tiene, ya he perdido la cuenta, no es de extrañar que quisiera plasmar en pantalla la historia de Jesús. No se puede decir que su apuesta no fuera novedosa, cuanto menos, nos ofreció una vuelta de tuerca en lo que se refiere a el tratamiento habitual que habíamos visto hasta entonces en relación a películas del estilo. Imágenes cargadas de alto contenido sangriento, en las que el maquillaje fue una pieza fundamental, incluso recibió una nominación a los premios de la academia de Hollywood; la aparición del demonio que tienta a Jesús; y sobre todo, la grabación del film en los idiomas que se hablaban en la época del personaje en cuestión, Arameo y Hebreo antiguos. Un aliciente que podía haberle salido mal al director, pero que no fue un obstáculo para que la cinta fuera una de las más vistas del año. Esas escenas que comentaba con anterioridad, fueron engrandecidas por el espectacular trabajo de fotografía a cargo de Caleb Deschanel, recompensado con una nominación al Oscar. El guión cargado de violencia explícita, que a más de uno molestó, no es mi caso, puesto que realmente retrató la extrema crueldad con la que se ensañaban los soldados romanos en ese periodo, fue escrito por el propio Gibson, ayudado por Benedict Fitzgerald. Jim Caviezel se hizo cargo de interpretar a Jesús, contando entre su reparto con Mónica Belluci y Maïa Morgenstern, Caviezel esta correcto en su papel ya casi irreconocible, de como lo dejan al pobre.

Uno de los aciertos del actor australiano en todos sus films como director, es la elección del compositor. En todos menos en este del que hablamos, se contrató a James Horner, con estupendos resultados. Una partitura intimista y bella para El hombre sin rostro, esa gran obra épica con tema de amor esplendoroso injustamente no galardonada con el premio Oscar que es Braveheart, o su última cinta hasta la fecha juntos, Apocalipto (2006), en la que Horner intento recrear la música de la época de los mayas, consiguiéndolo mediante utilización de voces, instrumentos y percusión que se pudieron usar en dicha civilización.

Aquí la designación de la composición fue a parar a John Debney, por motivos de agenda de Horner. La verdad, un echo este afortunado puesto que Debney realizó una auténtica joya cargada de simbolismo, que fue recompensada con una justa nominación al Oscar, sin duda su mejor composición hasta la fecha. Nacido en Glendale, California, en 1956, Debney es uno de los compositores que trabajan  habitualmente en Hollywood, con mayor proyección, aunque últimamente se halle un poco estancado. Tiene trabajos excepcionales en su filmografía como son la espectacular La Isla de las Cabezas Cortadas (1995), Dragonfly (2002) con un tema principal de contenida belleza, o más recientemente, su esplendida La verdad de Soraya M (2008), la cual comentaré con detalle próximamente. Debney destacó también en la dirección de orquesta de obras clásicas grabadas para el sello discográfico Varése Sarabande, como por ejemplo la maravillosa y acertada versión que hizo de Simbad y la Princesa (1958) de Bernard Herrmann.

Compuso Debney una partitura cargada de misticismo y momentos oscuros, mezclados con otros de singular belleza. El tema del huerto de los olivos, es resuelto por el autor, con voces femeninas, violines en suspensión que crean misterio y la genial irrupción de un chelo electrónico, de perfecta ejecución por parte de Martin Tillman (chelista y en ocasiones compositor de temas adicionales en obras escritas por Hans Zimmer), un recurso espléndidamente puesto en escena por el compositor, al ser un sonido muy curioso, peculiar y bonito a su vez.

La percusión en conjunción con los coros e instrumentos étnicos como el duduk, aquí maravillosamente tocado por el especialista armenio Levon Minassian y Chris Bleth, son el principal soporte armónico del corte «Bearing the Cross», dinámico y vistoso a la vez.

Escribió el compositor temas de corte misterioso, como por ejemplo el del arresto de Jesús, en el que la percusión, las voces y los sintetizadores llevan el peso melódico del tema.

Para las escenas de las tentaciones de Cristo, Debney escribió unos temas de aire tétrico, casi de pelicula de terror, para describir las apariciones de un demonio que pone los pelos de punta.

Uno de los temas más bonitos y dramáticos es el compuesto para la escena en la que Pedro reniega de Jesús, en él la flauta interpretada por Ron Allen, desliza un bellísimo interludio, ayudando sobremanera a las imágenes.

En «The Stoning», la voz de Lisbeth Scott, junto al duduk, voces masculinas y sobre todo el chelo eléctrico de Tillman, crean un ambiente único e irrepetible.

Cabe resaltar también la participación de Pedro Estuache, en la interpretación de diferentes instrumentos de viento del mundo, del que el compositor e interprete venezolano es un consumado especialista.

Encontramos temas coescritos por Debney y Jack Lenz, Debney, Shankar y Gingger o Debney y Lisbeth Scott, esta última encargándose a su vez de la letra de muchos de los temas.

El autor americano compuso temas de extrema belleza y calidad como el de la flagelación, donde las flautas y el chelo eléctrico, con unas cuerdas en segundo plano maravillosas, crean un ambiente místico inigualable.

Sin duda, dentro de estos cortes, el más bonito es el dedicado a la figura de María, la madre del protagonista, cuando ésta ve con impotencia lo que los romanos han hecho a su hijo. Un tema que empieza con la estupenda voz de Scott, continuando con la incursión de una melodía de cuerdas de contenido dramatismo y tristeza, en el que podemos sentir el dolor de la madre, casi sin ver las imágenes, una composición brutal.

De aquí al final del film, escucharemos temas místicos, junto a otros dramáticos, destacando el dedicado a la crucifixión donde las voces van subiendo en intensidad a la par que el sufrimiento de Jesús, todo ello potenciado por la estupenda escritura para percusión. Un corte que hacia su final se vuelve pausado y hermoso, a través de un motivo de flauta muy bonito, y unas cuerdas no menos hermosas, que nos indican la dulzura y buenos sentimientos del personaje, que aún estando sufriendo pide el perdón de sus verdugos.

Acabo el análisis destacando el tema de la resurrección, un corte donde la percusión y las voces, se baten en un duelo interpretativo, acto seguido irrumpiendo un motivo más pausado donde la suave voz de Scott, nos sume en una placentera sensación de relajación.

El score fue interpretado por la London Session Orchestra dirigida por Nick Ingman y The Transylvania State Choir con dirección de Terry Edwards. Cabe destacar la interpretación de los citados solistas junto a la de Tanya Tsarouska en los solos de voz, Aaron Martin en la programación de sintetizadores, Karen Han (erhu, violin chino) y el mismísimo Gibson en la interpretación vocal. Magníficamente orquestada por Brad Dechter, Mike Watts, Frank Bennett y Jeff Atmajian, esta es una obra excepcional.

El sello Sony Music editó la banda sonora en 2004, y más recientemente La-La Land Records se encargó de sacar a la venta el score completo en 2 cd, con bonus tracks y un libreto muy completo que harán las delicias del aficionado, una edición limitada a 10.000 copias de obligada adquisición.

 

2014

Son of God.

Irregular film sobre la vida de Jesucristo, donde el actor portugués Diogo Morgado se metía en la piel del personaje. Ya lo había hecho anteriormente para la serie de televisión sobre La Biblia. La cinta esta dirigida por Christopher Spencer, no destacando en nada a excepción de su partitura musical.

El alemán Hans Zimmer junto a Lorne Balfe, se encargaron de la misma, realizando una pequeña joya que está por encima de las imágenes para las que fueron escritas. ¿Qué se puede decir de Zimmer que no se haya dicho ya?. Comenzó en los años 80 como programador de sintetizadores, por ejemplo en bandas sonoras como El último Emperador (1987), o haciendo lo propio para grupos pop como el español Mecano.

En lo que se refiere a Balfe, es un joven compositor que ha surgido a la sombra de Zimmer, salido de su productora Media Ventures, como muchos otros compositores. Balfe no tiene un estilo propio, pareciéndose todo lo que compone a la música de Zimmer.

Para esta ocasión compusieron, o yo me atrevería a decir compuso, en referencia a que creo que la obra es de Zimmer, una partitura deliciosa, con temas místicos de autentico calibre, potenciados por la voz de Lisa Gerard, también acreditada como compositora en esta bso.

Temas realmente conseguidos como «In the beginning», donde el sintetizador junto a instrumentos étnicos, consiguen un estado que dignifica y hace parecer un poco mejor la cinta. Un tema maravilloso y grandilocuente.

Dentro de la instrumentación étnica, encontramos temas cuya utilización es clave en el desarrollo de narración fílmica. Flautas que suenan de manera excelente, conjuntamente con los sintetizadores (creando un ambiente sugestivo) y cuerdas.

Sin duda el mejor corte del score es «Faith», un portento que hace al oyente amar la música de Zimmer.  Introducido por los sintetizadores de manera misteriosa, estos dan paso a un motivo envolvente, que nos deja extasiados por su belleza, en el que el sintetizador interpreta una melodía muy bella, acompañado casi inaudiblemente por voces, que van creciendo en intensidad, al igual que el motivo de sintetizador, hasta estallar en un motivo de voz femenina interpretado maravillosamente bien por Gerard. Este motivo, que pone la piel de gallina, es secundado por una escritura de percusión portentosa, que va calmándose paulatinamente hasta llegar a un desarrollo lamentativo de voz y cuerdas, cargado de un misticismo religioso muy conseguido. Una de las mejores joyas musicales del compositor alemán.

A partir de aquí poco se puede decir, ya que este tema ensombrece a todos los demás. Se utilizará con pequeñas variaciones a lo largo del film, al igual que otros temas donde la percusión, los instrumentos étnicos, los sintetizadores y la entrada pausada de las voces van dando color a esta genial partitura.

El tema principal, «In the beginning», será a su vez versionado con la voz de Gerard en diferentes ocasiones.

Se pueden escuchar otros cortes más dramáticos que acompañan a Jesús, donde la cuerda sobresale magníficamente conjugada con los sintetizadores.

En definitiva una genial composición de belleza inusitada.

Se puede apreciar su valía en el disco que editó en Febrero de 2014 el sello Universal-Republic, conteniendo 13 temas.