Partituras olvidadas: Valentina de Riz Ortolani.

1982

Valentina. Crónica del alba, 1ª Parte

Estupenda adaptación de la novela de Ramón J. Sender a cargo del director y guionista Antonio José Betancor y de los guionistas Lautaro Murua, Carlos Escobedo y Javier Moro. Cuenta la historia del primer amor de un muchacho en un pueblecito del norte de España.

El film está muy bien interpretado por un jovencísimo Jorge Sanz, al igual que Paloma Gómez, Eusebio Poncela y, cómo no, Anthony Quinn, aquí como párroco del pueblo que guarda confidencias con el joven.

Para mí esta película tiene un sabor especial, era muy niño cuando la emitieron por TVE en dos partes, y quedé tremendamente prendado por la misma, sobre todo y muy especialmente por la maravillosa música creada por el maestro italiano Riz Ortolani, que ha quedado en mi recuerdo perennemente hasta el día de hoy.

Riz Ortolani (1926-2014), fue un compositor mayormente dedicado a la música de cine, que empezó a conocerse en su país a raíz de la fama que obtuvo con una formación de jazz de la cual era miembro.

Respecto a su obra cinematográfica, Ortolani recibió reputación internacional con su partitura para el documental de Paolo Cavara y Gualtiero Jacopetti  Mondo Cane, co-escrita junto a Nino Oliviero en 1962 y que le supuso al compositor, entre otros premios, el Grammy de ese mismo año por el tema principal «More» y una nominación al Oscar a la Mejor Canción Original.

Gracias a esta obra se la abrieron las puertas de la cinematografía internacional, no teniendo mucha suerte en esta etapa. De ella podemos destacar composiciones como las de El Rolls Royce amarillo o El séptimo amanecer, ambas de 1964, o el western Gloriosos camaradas de1965 (como anécdota de este film, decir que esta co-dirigido por Sam Peckinpah sin acreditar), que cuenta con un potente tema principal dentro de una sobresaliente obra.

Otras composiciones destacadas del maestro de Pésaro son: Hermano sol, hermana luna (1972) de Franco Zeffirelli, en su versión italiana, la versión americana fue compuesta por Ken Thorne, Fantasma d’amore (1981) Dino Risi , en la que contó con la interpretación del clarinete del gran Benny Goodman o Ma quando arrivano le ragazze? (2005) de Pupi Avati, director habitual en su filmografía. De esta última cabe destacar el tema central, bellísimo, combinado con otros de estilo más jazzisticos. La música de Riz fue recuperada por Quentin Tarantino en sus films Kill Bill. Volume 2 (2004), Malditos bastardos (2009) y Django desencadenado (2012).

Pero sin duda, para mí, su gran obra maestra es la que nos ocupa. Una impresionante composición romántica de nostálgico y elegante tema principal.

Este es aplicado por primera vez en los títulos de crédito, mediante la suave introducción de un teclado, que ramifica a continuación en un motivo de cuerdas precioso, que sólo es interrumpido por un leve interludio de corno francés, una auténtica joya de incomparable belleza.

Lo utilizará como leitmotiv el compositor a lo largo de la obra, como por ejemplo en la escena en la que el narrador de la historia vuelve al pasado, contándonos la misma. En ella se puede ver por primera vez al personaje interpretado por Sanz en el tejado de su casa, evocador y sustentado en un instrumento de parecido razonable a un organillo, introducido a conciencia por Ortolani para influir en la geografía del film. Al igual que hiciera con magníficos resultados Antón García Abril en Fortunata y Jacinta.

Volvemos a oír el tema central, esta vez como tema de amor en la primera entrada en pantalla de Valentina. Aparece al final de la calle corriendo hacia Pepe (Sanz) en un motivo corto pero intenso, con especial hincapié en las cuerdas. De nuevo lo escuchamos en la escena que corren por el pueblo paseando su amor, de repente se encuentran con el autoritario padre de Pepe, cesando así la música, reanudándose acto seguido cuando ve partir en el carro a su amada en compañía de su padre y hermanas.

También aparece en la escena en la que el muchacho escribe una poesía, en el tejado comunicándose con Valentina por señas corporales, confesando el amor que siente por ella a su párroco, etc.

No sólo de este tema vive esta composición, ni mucho menos. Nos ofrece el maestro otros más estridentes, sobre todo en lo que a sus cuerdas se refiere, como por ejemplo el de la escena del comienzo del film en blanco y negro, en la que los republicanos huyen de España. Se insertan en él toques de tambor de tono apesadumbrado y deprimente, iguales que los sentimientos de los ahora sin patria.

Un tema muy bonito de flauta acompaña a Pepe en sus acicalamientos para ver a Valentina, siguiendo después  los movimientos del chiquillo en su bajada rápida de escaleras como si a modo de mickey mousing se tratara, adquiriendo el tema dinamismo en su sección de cuerdas.

Música estridente para la voladura del dedo con un balín, al igual que otros temas de contenido suspense que podemos escuchar en escenas como la de la entrada con el anciano en el misterioso castillo, y, en ese mismo lugar, cuando el muchacho se adentra solo y ve o cree ver fantasmas ataviados con armaduras. Las cuerdas en este último se vuelven más graves, casi como si se tratara de un tema de terror.

En otra de sus subidas al tejado para comunicarse con la niña, Ortolani aplica una delicada variación del tema principal de flauta y cuerdas en suspensión de cuidada belleza.

Cabe destacar a su vez el tema para el eclipse, donde estas mismas cuerdas en suspensión son adornadas con bonitos interludios de arpa.

Otro de los momentos destacables es el de la batalla entre los niños aliados de Pepe y otra pandilla rival. Tema marcial de tambores y flautín de clara reminiscencias infantiles, gracioso y divertido.

Una variación del tema de amor a piano se aplica a una de las mejores escenas de la película, en la que Pepe escribe una carta a Valentina después de que su padre le haya zurrado otra vez. En ella cae una lágrima del rostro del pequeño sobre la V de Valentina que acaba de escribir. Todo ese momento es ensalzado con el extraordinario acompañamiento musical.

Ortolani compone un tema grandilocuente para las escenas que acompañan los juegos y pesca en el río en compañía del cura, remarcando la preciosa amistad que sienten mutuamente.

Este mismo personaje es dotado de un bello y delicado motivo durante su lectura sobre el amor y Dios en una comida de la familia del muchacho en la que está invitado, solemnizando el respeto y admiración que siente el muchacho hacia la persona del clérigo.

Ya para finalizar se oye de nuevo el tema central durante la escena en la que se escapan juntos y duermen en el bosque abrazados, abrigados por el genial contenido musical del autor italiano.

Acabando el score con el motivo central del mismo magnificado en una escritura bellísima de cuerdas, que arropa y desliza a Pepe detrás del coche, donde Valentina va a desaparecer de su vida para siempre, aunque no de su corazón.

Espléndida obra de Ortolani que por desgracia sólo podemos disfrutar mediante la visión del film. Digo por desgracia porque, a diferencia de sellos discográficos como el de Rai Trade en Italia, que edita la inmensa mayoría de sus films televisivos o no televisivos, aquí en nuestras tierras no existe el mínimo interés por parte del sello discográfico de Radio Televisión Española (productora de la cinta) por dar a conocer el patrimonio cultural musical de nuestro país como es el caso de esta obra o muchas otras por el estilo (El Hombre y la Tierra de García Abril, o Curro Jiménez, que cuenta con un gran tema principal del genial Waldo De Los Ríos, al igual que con música de García Abril).

Espero que con este artículo los señores de RTVE, recapaciten un poco y subsanen el imperdonable olvido en el que mantienen estas obras, con la aparición de una edición en disco digna de la calidad de las mismas.

Posdata: Ojalá me equivoque, pero creo que no va ser así, hay cosas más importantes en las que gastarse el dinero que en cultura.